miércoles, 15 de febrero de 2017

MARCELO

Los compañeros de trabajo son familia, son muchas las horas que pasamos juntos día tras día. Si encima repetimos rutinas recurrentes, saludos a la misma hora, a la misma persona, esta parte del día se convierte en algo normal y, en el fondo, esperamos cada mañana que ocurra. Y aquí es donde entra Marcelo, nuestro compañero Marcelo, que casi cada mañana se acercaba a la oficina a preguntar por el coche, a saludar a Nayra, a sonreir porque siempre había algún motivo. Ahora se nos queda ese vacío, Marcelo se ha ido, un dichoso derrame cerebral se lo llevó con sólo 38 años. Nos quedamos sin sus visitas, sin sus preguntas, sin su sonrisas. Un nuevo vacío que ya no podremos volver a llenar nunca. D.E.P.

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